Tal vez, al leer el título de esta nota, te preguntes:

¿qué es la LEY del PROCESO? ¿por qué es una LEY? ¿por qué el proceso es de TRANSFORMACIÓN? ¿en qué me transformaría? ¿qué significa SER LIBRE como la mariposa?
Todas estas preguntas me las pregunté yo también, tiempo atrás. Escuché varias veces mencionar la “ley del proceso”, sin ser muy conciente sobre su significado. Hasta que la vida me manifestó de diferentes formas que me estaba dando un empujón a la curiosidad por investigar y aprender mucho más sobre esta ley del crecimiento personal y profesional.
Hasta cerca de mis 37 años, puedo decir que mi foco estaba puesto en el afuera, en mi mundo exterior, en lo que sucedía ó no sucedía. Claramente un nivel muy bajo de conciencia, inteligencia emocional y espiritualidad. Me preguntaba ¿POR QUÉ? a muchas cosas que me pasaban, buscando algo o a alguien responsable de los resultados que tenía y no me gustaban mucho. Puedo decir que era espectadora de mi vida.
Hasta que la incómoda comodidad, sumado a un par de golpes bien fuertes que recibí de la vida misma, me provocaron un cambio rotundo en mi forma de ver las cosas y de ver a las personas. Ese cambio se dio principalmente en mi diálogo interno… (todo eso que me digo a mí misma en voz alta y en silencio, en los pensamientos y en mi accionar), y fue así como fui dejando de hacerme esa pregunta del ¿POR QUÉ? con la guía adecuada de un entorno correcto del que elegí rodearme, y comencé a preguntarme ¿PARA QUÉ me suceden las cosas que me suceden? De a poco fui entendiendo, comprendiendo, asimilando, aceptando, perdonando, eligiendo y decidiendo mucho mejor en mi vida. De a poco. Nada se dio de la noche a la mañana, absolutamente nada. Fue y sigue siendo, literalmente un proceso de muchas decisiones de valor, cotidianas, que sé me conducirán por ese puente a mis sueños más grandes de la vida.
Por eso… ¿qué es la LEY del PROCESO? ¿por qué es una LEY? Así como existe la ley de la gravedad, ley física clásica que describe la interacción gravitatoria entre distintos cuerpos con masa, formulada por Isaac Newton, más sencillamente explicada como la ley que nos enseña que en cualquier rincón de nuestro planeta, cuando sujetamos algo y lo soltamos naturalmente caerá al piso ej: una birome. Esto sucederá sin importar si nos encontramos en la Antártida, en Groenlandia, en Japón ó en Sudáfrica. Es una ley. Bueno, de esa misma manera, la ley del proceso es una ley espiritual, que nos enseña que para lograr grandes cosas en la vida, esos anhelos más profundos del alma, debemos vivir un proceso de transformación a esa mejor versión para poder merecernos, y obtener a conciencia los resultados deseados. Es un proceso que requiere aprender a elegir decidir de mejor manera todos los días de nuestra vida. Mientras vivimos el proceso, seguimos cometiendo muchos errores, sin embargo con el tiempo, esos errores se vuelven cada vez menos, y cuesta cada vez menos hacer las cosas correctas, justamente porque vamos creciendo en conciencia al romper paradigmas mentales, creencias, malos hábitos, etc.
La mente subconsciente está programada y diseñada para ahorrar energía y hacer lo que nos queda fácil, más cómodo, como mencioné en alguna nota del blog anterior a ésta. Y vivir el proceso de transformación, requiere invertir muchas energías, todo lo contrario de vivir en modo ahorro, por eso el resultado a ese proceso es TAN REVELADOR! Es algo que al comienzo del proceso, podría resultarnos imposible de lograr ó al menos dificilísimo, y la sencilla razón de esta sensación es porque no tenemos el suficiente nivel de conciencia que SÍ VAMOS a tener cuando logremos cumplir nuestro sueño. La diferencia es esa. El nivel de conciencia. Y crecer allí implica, informarse y estudiar mucho, aunque mucho más importante aún, implica APLICAR esos conocimientos sin importar si nos gusta o no, si tenemos ganas o no, si nos conviene o no, si queremos o no.
Si la decisión que elijo tomar me acerca a mis sueños y está alineada a mis valores y principios humanos, entonces es la decisión correcta. Si no lo hace, sólo me aleja. Simple, no le busquemos vueltas, porque sólo encontraremos excusas en nuestro ego.
Vivir el proceso es reprogramar nuestro subconsciente aplicando leyes y principios… a propósito ¡FASCINANTE!
¿Por qué el proceso es de TRANSFORMACIÓN? ¿En qué me transformaría? La oruga no nace volando ni pensando como una mariposa que vuela. Nace oruga, y vive un proceso de transformación hasta convertirse en mariposa, momento en el cual se libera y comienza a vivir en otro plano, alcanzando lo impensado en una oruga: VOLAR.
La oruga pasa un tiempo dentro del capullo, haciendo una metamorfosis que terminará transformando ese animal que se arrastraba por el suelo en una mariposa de grandes alas, diurna o nocturna. El proceso dura aproximadamente 3 semanas en la mayoría de las especies. El promedio de vida de una mariposa es por lo general de alrededor de un mes, las más pequeñas suelen vivir aproximadamente una semana, mientras que algunas como las Capas de luto, algunas Heliconians tropicales y las Reyes, tienen un promedio de vida de unos nueve meses. ¿Increíble cierto? Así de bella es la naturaleza.
Y con esto no quiero decir que tú te vayas a transformar en mariposa… ¡aunque sería grandioso volar como ellas! Cuando hablamos de un proceso de transformación en nuestro SER me refiero a trabajar duro en nuestra propia evolución, hacia una mejor versión de nosotros mismos, y este deseo de mejorar NO TIENE EDAD. A los 20 o a los 70, podrias elegir empezar a cuidar tu salud de una manera más conciente, a los 30, 50 ó tal vez 75 elijas dejar el cigarrillo, siendo mujer y por algún motivo personal no has tenido hijos, y deseas romper paradigmas mentales que te permitan ser mamá de otra manera, a los 40 tal vez elijas ser donante de órganos para salvarle ó cambiarle la vida a alguien que lo necesita… Son infinitas las situaciones y motivos que pueden llevar al ser humano querer evolucionar y crecer a una mejor versión de sí mismo con el claro motivo de ser mejor persona y poder cumplir anhelos del alma. Tal vez tu motivo sea para ser más alegre, más solidario, más tolerante, más flexible, más empático, más responsable, más comprometido con tu trabajo . las personas ó tu familia, más honesto, más transparente, más genuino, más proactivo, más ordenado, más amigable, más bueno, mejor amiga, mejor hija, mejor hermana, mejor pareja, mejor mamá, mejor líder, etc. La lista es infinita. Recuerda siempre que elijas vivir el proceso buscar un profesional que te guíe en el camino, y no busques un amigo, ó familiar. Busca un profesional que esté en un nivel de conciencia superior al tuyo para guiarte de manera correcta. ¡Aplicar esta LEY en nuestra vida, nos lleva a cumplir sueños!
Y ese proceso es infinito, puede durarnos tan sólo el resto de nuestras vidas, porque SIEMPRE, realmente siempre, podremos mejorar un poquito más en algún área de nuestra vida… ¿cierto? ¡Apasionante!
ELIGE vivir el proceso, a CUALQUIER EDAD
Vivir la ley del proceso, NO TIENE EDAD. Cualquier ser humano sin distinción de raza, religión, etnia, edad, ideología, etc, puede elegir ser mejor persona cambiando cosas de su “SER” con las que no se siente feliz y pleno, de la noche a la mañana, simplemente porque quiere creSER y mejorar, evolucionar. Muchas personas eligen hacerlo como resultado de alguna vivencia dolorosa. Sin embargo otras eligen hacerlo por placer y curiosidad. Ejmplo: Todos podemos en cualquier momento de nuestra vida, ELEGIR cuidarnos más y mejor nuestra salud, practicar deportes aunque no lo hayamos hecho antes, comer más saludable aunque hayamos comido muy mal durante años, leer más, aunque no hayamos agarrado un libro en 20 años, mirar menos tele, aunque tengamos el hábito de mirarla varias horas al día, ser más alegres aunque nos cueste sonreír, aprender a escuchar más al otro aunque nos cueste dejar de hablar, animarnos a más aunque seamos muy vergonzosos, y así podría hacer una lista muy larga.
La generación Z de los centenials, crecerá con mucha de esta información disponible para trabajar en el autoconocimiento desde muy temprana edad, si así lo desean. Sin embargo adultos mayores (más de 60 años) no han recibido esta info en su etapa de desarrollo y adultez, y aún así también pueden a su edad, comenzar a aplicar la ley del proceso para obtener mejores resultados. Un claro ejemplo es el cuidado de la salud mental, física y espiritual en tiempos de pandemia, donde la gestión de las emociones en un gran desafío para todos, porque impacta en la alimentación, la calidad de los pensamientos y nuestras acciones ó falta de ellas.
Otro ejemplo, ¿qué pasa cuando hay un diagnóstico de alguna patología que requiere cambios de hábitos? EL nivel de conciencia de la persona, le indicará hasta dónde hacer caso… Una persona creciendo en conciencia, se equivocará mientras aprende a decidir mejor. Una persona consciente hará únicamente lo correcto. Por eso… ¿hay edad para vivir la ley del proceso? Definitivamente NO. La edad no es factor excluyente. Cualquiera en cualquier momento de su vida puede elegir empezar a trabajar en su propio desarrollo personal. Eso sí, cuanto más grande en edad es la persona, más fuerte es su programación mental, y más costará romper con los paradigmas para liberarse de ellos. Aún así, SIEMPRE podemos reprogramar nuestra mente subconsciente, con voluntad y autodisciplina. ¡ESTO ESTÁ COMPROBADO!
Resumiendo, vivir el proceso, es atreverse a cruzar el puente hacia nuestros sueños. Muchos darán el primer paso, y donde ese proceso les empiece a doler, retrocederán a su punto de origen, el punto A o tal vez sin retroceder, decidan quedarse allí un buen tiempo porque el dolor los empieza a adormecer. Otros decidirán atravesar el proceso con pánico y sintiendo el dolor de la transformación, despiertos y conscientes que todo lo que vivan, es lo que deben vivir para lograr cruzar al otro lado del puente. Estos últimos están decididos a vivir la ley del proceso, crecer en conciencia y lograr lo que se propongan. Cruzar el puente no es una carrera contra el tiempo, ni contra nadie. Cruzar el puente es como correr una maratón, es un proceso de superación personal en el cual sólo debemos aprender a compararnos con nuestra versión anterior y la de nadie más. De esta manera, podremos notar nuestro crecimiento, y evolución.
¿Qué significa SER LIBRE como la mariposa?
A medida que vamos viviendo el proceso de transformación a una mejor versión de nuestro ser, nos vamos liberando de creencias, barreras mentales, paradigmas que nos han frenado siempre ó desde hace un tiempo. Nos vamos liberando de las ataduras que traíamos consciente ó inconscientemente. Nos liberamos del «NO PUEDO», y del «NO LO VOY A LOGRAR». Y cuando eso sucede, empezamos a pensar diferente, por ende a sentir diferente y eso nos lleva a actuar diferente. Es como una cadenita con 4 eslabones. CREENCIA – PENSAMIENTOS – EMOCIONES – ACCIONES. Al aumentar nuestro autoconocimiento, descubrimos nuestros mapas mentales, y aprendiendo a romper con aquellos que queremos romper, comenzamos a liberarnos de eso y a creer en cosas diferentes que antes veíamos imposibles. Entonces comienza la sensación de liberación. Eso nos lleva a hacer cosas que antes no hacíamos, a ser una manera que antes no nos salía ó no podíamos, etc. Cuando logramos ver los resultados que buscamos, gracias a vivir esta ley del proceso, aprendemos a disfrutar el VUELO.
Algo fundamental… no esperemos a ver el resultado deseado para disfrutar… La clave está en aprender a disfrutar mucho antes del vuelo. El proceso de crecimiento y transformación duele, claro que duele. Sin embargo el gran desafío es aprender a disfrutarlo porque después de todo, EL DOLOR EDUCA. Y científicamente hablando, el cerebro genera procesos químicos y neuronales provocando mucho más placer, durante el proceso a través de las pequeñas victorias, que al final del proceso cuando logramos llegar al punto deseado.
Para ir cerrando… nadie más que nosotros tiene el poder de ELEGIR si vivir o no esta ley del proceso, y cuándo empezar a vivirlo. Con absoluta certeza, el momento correcto ¡SIEMPRE es AHORA! Al vivirlo, vamos a aprender a mejorar nuestro poder de discernimiento, y eso es una decisión de mucho valor, porque exige renunciar a cosas, pensamientos, personas, hábitos, creencias, etc. Sin embargo sólo así, podremos obtener resultados diferentes en la vida.
Recuerdo una reflexión que me dijeron alguna vez (claramente sacado de los libros de expertos en la materia) y me quedó grabada en mi mente:

Al universo no le importa lo que QUEREMOS, porque nos da lo que nos MERECEMOS.
Entonces, si nos encontramos frente a nuestro PUENTE de los sueños… y nos cuestionamos si ese sueño que tenemos ¿es algo que quiero ó algo que merezco?, será más simple comprender que para merecerlo realmente, debo ser mucho mejor “en algo”.
En lo personal fue muy profundo este descubrimiento. Tan profundo que claramente tomé la decisión de ser protagonista y dejar de ser espectadora. Tomé la decisión de vivirlo, y estudiar mucho, certificarme internacionalmente, crear y diseñar mi propio método para vivir esta ley del proceso con absoluta conciencia y así poder no sólo seguir cruzando puentes a nuevos sueños, sino GUIAR a otros a cruzar el suyo. Todos debemos asegurarnos de hacerlo con alguien que tenga mayor nivel de conciencia que uno mismo.
Si te gustó mi nota, y te interesa conocer más sobre mi método, puedes escribirme cuando gustes.
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